Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar...

Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar...
Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar...

viernes, 25 de noviembre de 2011

Esos momentos...


Todo puede suceder en esos momentos en los que no pienso en nada... en los que solo existo yo en mi propio mundo... un lugar lejano donde nadie puede llegar, donde las palabras se desvanecen, los sentimientos imperan y puedo ser quién yo quiera ser, sin disfraces ni maquillajes que tapen mi auténtico rostro...
Ocurren en cualquier momento y pueden ser de cualquier manera: sentir la lluvia sobre la piel, oler la menta cuando crece, sentir el tacto del papel, saborear cada instante, que el pelo se me revuelva con la brisa, oír mi propia risa, llorar de alegría... es despertarme por las mañanas sintiendo que estás a mi lado, cuando aún navego entre el sueño y la vigilia...
Nada importa entonces, sólo yo. Y me gusta. Me gusta ser lo más en importante en esos instantes, ser egoísta y pensar sólo en mí. Y me pongo a imaginar, tumbada en la hierba, sintiendo cada sonido y cada olor... y me gusta... y me siento bien... auténtica... pura... insegura... decidida... única...

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