Hoy me siento algo rara. Siento una extraña paz y al mismo tiempo cierta inquietud. No sé, supongo... supongo que cada día trato de convencerme de que no necesito ciertas cosas, pero sigo necesitándolas. Supongo que, me resulta difícil reconocer mis sentimientos, por miedo a que los pisoteen, por miedo a sufrir, y al mismo tiempo, me da miedo no decirlos, por si se me quedan anclados dentro. Porque yo quiero explotar, no guardarme las emociones, sentirme transparente, limpia, sin miedo a nada... sin miedo a no volver a oír ciertas palabras. Pero ahora mismo no me siento así.
Sé que necesito... mucho amor. Gestos espontáneos de cariño, gestos sinceros, de esos que te dejan sin palabras, que te hacen sentir única, especial... como hace mucho que no me siento. Y anoche... nunca pensé que se acordaría de lo del lado de la cama, de esa estúpida manía mía que siempre ha sido para mí como un modo de sentirme protegida; es mi lado porque cuando estoy ahí estoy bien, segura, y no tengo miedo. Me hizo sentir cierto calor en el pecho que ya no siento a menudo.
Echo de menos pasar tiempo contigo, sin miedo, sin preocupaciones, sin pensar que te vas a alejar en cuanto me acerque a ti. Porque la verdad, tenías razón; ahora mismo te temo un poco, porque me has apartado muchas veces ya. No estoy segura de nada y a veces pienso que mejor así, pero una parte de mí anhela en secreto seguridad, un poco de magia, un poco de... amor.
Solo... no sé, necesito verte, estar contigo, disfrutar sin miedo. ¿Por qué no me atrevo a decirte todas estas cosas directamente, sin tapujos? ¿Tanto miedo te tengo? ¿Tanto miedo me da abrirme?
No hay comentarios:
Publicar un comentario